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Los días en aquella abadía de monjes negros transcurrieron tranquilos y apacibles.
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La sacaron de la iglesia, muchos monjes negros gritaban: Cinarion, Cinarion, Cinarion.
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Lleno de pensamientos siniestros, Chopin comenzaba a soñar con monjes negros.
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Pero yo también vi los monjes negros, al igual que él.
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El hermetismo, la filosofía de los monjes negros, era similar.
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Sí, los monjes negros han abandonado al Arcángel... Quizá sea esa la triste verdad.
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Vosotros, los monjes negros, fuisteis los sacerdotes del culto de Aradawc... ¿Quién era él?
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Quizá sea un grupo de monjes negros, de benedictinos.
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Los monjes negros veneraron la túnica y avisaron al rey de Francia, era en 1156.
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Descuida, Ilene, Sirkka está conmigo, pues la necesito, pero los monjes negros no están aquí.
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La presencia de los monjes negros sería omnipotente.
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Bajo sus elegantes ojivas vivieron, hasta la Reforma de 1539, los monjes negros de San Agustín.
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Estos no son los monjes negros que buscamos.
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Hasta que ojos y entendimiento se me fueron inundando con la parla de los monjes negros.
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Para la mayor parte, los monjes negros armados con largas espadas eran sencillamente hombres de las sombras.
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Como si lo relajado de la conversación le hubiera hecho olvidar cuanto aprendió con los monjes negros.
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