Aquella mañana, el viento arrastró hacia tierra un enjambre de moscaspercebe, y cuando el burócrata despertó, la casa flotante estaba incrustada de conchas.
2
Un enjambre de jejenes, tal vez mosquitos vampiro, o moscaspercebe, flotaban en las cercanías, amenazando con atacar, pero se alejaron hasta hacerse invisibles.