Frente a este marco, el movimiento pietista -quees, en realidad, la raíz del romanticismo-quedó profundamente arraigado en Alemania.

Pese a las resistencias iniciales de parte de la ortodoxia, el movimiento pietista se difundió rápidamente por el norte de Alemania y Württemberg.

Como reacción a las costumbres relajadas de la Iglesia anglicana oficial surgió la comunidad metodista, que tiene numerosas afinidades con el movimiento pietista.