Juan de Henares decía contener en su cuerpo una moza de partido.

No la agarres como a una moza de partido en una taberna.

Esa muchacha no es una ramera, cimmerio, ni una moza de partido.

Rechaza con violencia a una moza de partido que se pega a él.

No soy una moza de partido -dijopor fin.

Quería conocerlo todo... Ya le advertí que se había usted caracterizado como una moza de partido.

Le gusté a aquella moza de partido.

Al echar una ojeada por la taberna, una moza de partido de extraño atavío le llamó la atención.

Qué caramba, ¡ya era hora de que tuviéramos otro correo que el de una moza de partido, ilustrísima!

Aunque pensó en volver con ella más tarde, siguió adelante, seguido por la quejumbrosa mirada de la moza de partido.

Estoy condenado a convertirme en un notable de Tebas que muera, obeso, en los brazos de una moza de partido.

Agila levantó su mano blanca, donde negreaba una sortija de pelo, regalo de una moza de partido, y sonrió entornando los ojos:

Habría una muerte en cuanto uno de esos nobles descubriera que la moza de partido por la que había pagado es su propia mujer.

Tal vez mi compañera de alojamiento sea tan cabal que la misma virginidad parezca a su lado una moza de partido, y yo estoy injuriándola.

Muchas mozas de partido ejercían la prostitución en ventas y posadas.

Salvo un problema que se le resistía: ¡las mozas de partido!