Lo que de significativo queda por narrar no es mucho.

De lo que acabo de narrar no hay apenas imágenes en los recuerdos olvidados.

Prestad atención, Buonarroti, porque lo que os voy a narrar no lo repetiré nunca más.

Sin su amor por esas imágenes maravillosas y su forma de narrar no se podría haber hecho.

Si la configuración de Clochemerle hubiera sido distinta, los hechos que vamos a narrar no se habrían, probablemente, producido.

Entonces, hay como una precaución y un respeto que en la objetividad en que quiero narrar no me serviría.

Intenté narrar no solo la dificultad de saber qué pasa con la muerte, sino la de saber qué significa estar vivo.

También la Edad Media sabía que narrar no consiste a menudo sino en acompañar a héroes desorientados en el reencuentro con sus orígenes perdidos.

Pero todo lo que él es capaz de narrar no son más que pobres fantasías, que solo arraigan en las frágiles mentes de algunos ignorantes.

Narrar no era más que una especie de sentido común intensificado.

Lo que me narró no es nada extraordinario en la actualidad.

Narrar no es ordenar el mundo, tampoco atraparlo, tampoco entenderlo.

Para el lector, la vivencia política y de país que narra no es ajena.

Las aventuras que he narrado no ocurrieron en un mes, ni siquiera en seis.

Sóbolev la escuchaba con atención, como si lo que narraba no fuera con él.

Si lo que narra no es auténtico, ¿qué significado tiene?