Es preciso que el comercio viva, el comercio es su principal nervio.
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Esa simpatía por el mártir constituye el nervio de la religión cristiana.
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La mayoría de la gente no tiene el nervio necesario para soportarlo.
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La lectura parecía haberle dado el tiempo necesario para recuperar el nervio.
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Entre las demás fibras que corren paralelas a este nervio central figuran:
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Movido por la curiosidad, escudriñó cada detalle, cada nervadura y cada pliegue.
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Se reconocen las marcas que ha dejado la nervadura de la madera.
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Cada nervadura, cada ángulo esculpido, la menor arista y rasgo se platearon.
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Estaba allí, en la nervadura de esa casa que se venía abajo.
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Que hay demasiados coches, coches y más coches cubriendo cada nervadura de asfalto.
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A partir del arco bajo de la entrada descendía una escalera, recorrida del techo al suelo por la nervatura de abundantes raíces de baniano.
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Se veían las nervaturas de las falanges, las uñas rematando los dedos.
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Todo ello oculto normalmente bajo una exuberante decoración que invade las bóvedas y que presenta nervaturas muy complejas.
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En el centro de la población está la plaza del Ayuntamiento y la Casa Consistorial con porches de arquería gótica y nervaturas delicadas.
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La escalera rendía su última corola en un rellano final, donde sus curvas, mediante una dispersión de las nervaturas, se cambiaban en erectos balaustres.
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La piel que recubre las nerviaciones de su cuello flaco parece una membrana.
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Tiene sus cascos jugosos, sus nerviaciones áridas, sus grumos agridulces, su semilla incipiente.
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Aquí y allá, cúpulas de nerviaciones doradas, flechas que apuntan atrevidamente hacia el cielo.
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El señor Joaquín trazó delicadamente las hojas, los tallos, nerviaciones, peciolos, haces y enveses.
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No había nerviaciones desnudas que indicaran que la oruga de la mariposa blanca había devorado las hojas.
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Estaba en una cámara totalmente austera, cuya única decoración eran las nerviaciones de piedra de las bien construidas bóvedas.
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Gruesas nerviaciones eléctricas recorrieron velozmente los paneles, como enredaderas de un vivo color verde azulado, hasta que cubrieron el parabrisas delantero.
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Durante un momento la sala quedó llena de un negro total y sólido, surcado de nerviaciones de color azul y violeta.
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El haz es glabro y el envés áspero y está recubierto de fuertes pelos cortos y puntiagudos a lo largo de las nerviaciones.