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Sin embargo antes de partir de Blois, el destino le tenía reservado un nuevo sinsabor.
2
En la jornada siguiente, los italianos recibieron un nuevo sinsabor: la pérdida del palacio de Ibarra.
3
Pocas semanas después, el pobre barón Armando de Sancé hubiera podido añadir un nuevo sinsabor a su lista.
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Pese a que Cartago había sobrevivido a esta crisis, todavía le esperaban nuevos sinsabores.
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Pobrecitos, no sabían que precisamente el avance de los ingleses les traería nuevos sinsabores.
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Los cuatro restantes emprenden la marcha, pero -¡maldición! -elsiguiente depósito trae nuevos sinsabores.
7
Continuamos haciendo frente a nuevos problemas, a nuevos sinsabores.
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Los temores de Esch se harían realidad: por culpa de Huguenau, al mayor le sobrevendrían nuevos sinsabores.
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Quizá Dios nos reserve todavía nuevos sinsabores.
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Cada día trae nuevos sinsabores.
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De seguir como estábamos no sería difícil se intentase un golpe de audacia que acarrease al Gobierno dimisionario nuevos sinsabores.
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Poco después de la muerte de su marido, Emma experimentó nuevos sinsabores; su hijo murió a consecuencia de un ataque de insolación.
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Ella sabía que yo no iba a decirle nada que añadiese nuevos sinsabores a los muchos que sofocaba en su aparente serenidad.
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Por si los asuntos de Flandes, Roma, Francia y Portugal no bastaran, la campaña de Granada contra los mahometanos alzados aportó nuevos sinsabores.
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Un instante más tarde ya estaba en el interior de un Volkswagen deportivo que me llevaba a toda prisa al encuentro de nuevos sinsabores.