Su primera batalla podía tardar semanas o podía ocurrir al día siguiente.

No dormían bien, preocupados por lo que podía ocurrir al día siguiente.

Son los únicos que saben qué va a ocurrir al día siguiente.

Eso debió ocurrir al día siguiente de nuestra llegada con los niños.

Nunca estoy seguro de lo que va a ocurrir al día siguiente.

Tampoco le preocupó el hecho de que volviera a ocurrir al día siguiente.

Todo el mundo parecía pensar en lo que iba a ocurrir al día siguiente.

Esto volvió a ocurrir al día siguiente y al otro.

Cansada y esperando con ansiedad lo que podía ocurrir al día siguiente, le dijo:

Nunca sabes lo que va a ocurrir al día siguiente.

Podía ser mi última oportunidad, pues nadie sabía lo que podía ocurrir al día siguiente.

Y en lo que podía ocurrir al día siguiente.

Y resultaba que iba a ocurrir al día siguiente.

Ello podría ocurrir al día siguiente y también era posible que se aplazara por más tiempo.

Para lo que iba a ocurrir al día siguiente no se requería entusiasmo, sino sangre fría.

Estaba tan preocupada por lo que iba a ocurrir al día siguiente que no podía comer.