Era un olor infecto, que superaba a los que ya había olido.

En el centro acababan de consumirse, exhalando un olor infecto, algunos restos informes.

El olor infecto del refugio antiaéreo me expulsó de mi lugar.

Un olor infecto se elevaba de aquella masa de hombres amontonados.

A pesar de las caretas el olor infecto se agarraba a la garganta.

Abomino de los que se pudren en el olor infecto de su molicie.

Percibí su olor infecto, como el de los restos de un animal muerto.

Su intestino se desplomó y un olor infecto invadió la cocina.

Del orificio abierto salió entonces un olor infecto, casi corrosivo de tan intenso.

Su olor infecto cayó sobre mí como un trapo mojado.

Las candilejas, apagadas como se apaga soplando una sola vela, difundía un olor infecto.

Oyó un intercambio de palabras, y al mismo tiempo percibió un olor infecto a quemado.

Nos abofeteó el olor infecto que emanaba de la última puerta, al fondo del pasillo.

En el suelo y tirados por los rincones había desperdicios que exhalaban un olor infecto.

Las luces de la escena, apagadas de golpe, dejaron en el ambiente un olor infecto.

Un olor infecto, a gasolina, a tela quemada, le llena la nariz y la garganta.