1
Además de sus poderes como dioses, los orixás tienen características muy humanas.
2
Y él me habla de los orixás y la mar en coche.
3
Venera a los orixás que custodian su ventana con ginebra e incienso.
4
Quizá me habían visitado los orixás, y el viejo Jabavu tenía razón.
5
Forma parte del lugar, tanto como los pacíficos orixás o el agua corriente.
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Si esos eran sus fantasmas, su espíritu guía, su orixá, era Yemanja.
2
Doninha se espantó; nunca había visto aquello: un orixá pellizcando a una devota.
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El orixá subió el Pelourinho en medio de la mayor agitación.
4
Compadre de orixá solo hay uno: Negro Massu, compadre de Ogum.
5
Ante tales amenazas el orixá transigió, aunque de mala gana.
1
Era una diosa, o una orishá, un tenue resplandor bañaba suavemente su cuerpo.
2
Cada collar tiene un color que responde a un orishá.
3
Al despedirme del pai-de-santo, le pregunto de qué Orishá soy hijo.
4
La pregunta que no hice a los dos pai-de-santo era: ¿De parte de quién están los Orishá?
5
Pero estos Orishá, ¿son personas o fuerzas?
6
Le pregunto cuál es mi Orishá.
7
Habla del amor que siente por su gente, de la serenidad que produce el contacto con los Orishá.