Unos toscos y raros muñecos, todo cabeza, que más bien parecían renacuajos.

Los restos de pasta de dientes parecían renacuajos azules sobre el fondo del lavabo.

Detrás de las gruesas gafas, sus ojos parecen renacuajos.

Sin el abultamiento posterior habrían parecido renacuajos gigantes.

Ciertamente, algunos de ellos parecían renacuajos, búhos, orugas.

Estaba llena de cositas garrapatosas que parecían renacuajos.

-Palosde azúcar formando peces... A mí más bien me parecen renacuajos.

Comparados con ellos parecíamos renacuajos, pensaba a veces, chapoteando laboriosamente, yendo igual hacia delante que hacia los lados.

Porque lo cierto es que, por mucho que difieran de los cordados en su fase adulta, las larvas de los tunicados parecen renacuajos.

Tenía unas enormes cejas de pelo blanco que parecían renacuajos puntiagudos que hubieran mutado hasta adquirir un tamaño una docena de veces mayor.

Si, al pasar bajo una rama horizontal, miraban hacia arriba, podían ver a veces unos objetos que parecían renacuajos grandes, pero alojados al través.