Escucharle a Víctor Mesa que quiere solo estar tranquilo y descansar puede parecer surrealista.

Puede parecer surrealista a quienes desconozcan las singularidades y buenas maneras de mi gente, pero es así.

Puede parecer surrealista, pero aparecerse a los periodistas desde un plasma es una práctica habitual entre los grandes partidos.

Puede parecer surrealista cruzar emails con alguien que vive en uno de los puntos más hostiles del planeta en la actualidad.

Aquello podía parecer surrealista, de hecho, realmente lo era, pero era lo que pretendía, descolocarle de su actitud rebelde, y lo estaba consiguiendo.

Aquellas palabras me parecieron surrealistas y estúpidas incluso mientras las estaba pronunciando.

Déjeme decirle que todo lo que usted ha dicho me parece surrealista.

Parecen surrealistas los cambios que se sucedieron de reinos, constituciones, territorios, etc.

Verle aquí me parece surrealista, rodeado de árboles oscuros y piedra clara.

Cancelé la reunión, que me pareció surrealista; nunca he concertado los menús.

Esa química que desprendía cada uno de nuestros movimientos casi parecía surrealista.

Comparada con la agitación neoyorquina, la tranquilidad de Viena me parecía surrealista.

El retraso del sonido de los disparos hacía que todo pareciera surrealista.

Parecía surrealista, como si el horizonte hubiese desaparecido detrás de las montañas.

Mientras me abotonaba un par de pantalones gastados, me pareció surrealista ponérmelos.

La conversación parece surrealista; tiene la sensación de estar observándose a sí misma-