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Pues no hay ningún paseante ocioso a quien le sea dado ver.
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Como cualquier paseante ocioso, el hombre llevaba un pantalón claro y una chaqueta gruesa.
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Parece pasear por una plaza, con la mirada atenta pero adormecida del verdadero paseante ocioso.
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Se puso lentamente en marcha; luego, como un paseante ocioso, se detuvo delante de la gasolinera.
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Un funcionario interesado en saber qué los llevaba allí, o algún paseante ocioso que contemplara la arribada con curiosidad.
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Así que yo lo utilice en mi condición de paseante ocioso aunque activo que anda a la búsqueda del "azar objetivo".
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Lo abordó sin reparos y, como si fuera un paseante ocioso, le preguntó el nombre de la familia que acababa de salir de la mansión.
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A medida que avanza la mañana va desperezándose el estómago de la ciudad, donde ha de comer tanto paseante ocioso, tanto procurador y tanto cortesano.
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El resto de la jornada, los habituales paseantes ociosos se echaban en falta.
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Por el rabillo del ojo, Aurelio vio acercarse a algunos de los paseantes ociosos.
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Y es que por allí no había solamente árboles, sino también seres humanos, paseantes ociosos.
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Por el parque hay bastante gente; seguramente paseantes ociosos.
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¡Está lleno de clubes, es el paraíso de los paseantes ociosos!
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Entre obras, volantas, paseantes ociosos y una multitud de domésticos queriendo comprar y vender de todo, avanzábamos con dificultad.
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Por la Bruderhofgasse ascendía el murmullo de los paseantes ociosos, que a esas horas llenaban la calle de vida.
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Tenía una cadena de reloj que le cruzaba el chaleco y un sombrero de los que usaban entonces los paseantes ociosos.