Volví a besarlo de nuevo, aunque sin la pasión anterior, y le dije:

Aquella noche, mi romance con César se reanudó con toda la pasión anterior.

Se flagelaba a sí mismo con un odio tan intenso como su pasión anterior.

Ahora, Yisselda tuvo miedo, y se preguntó cómo era posible que su pasión anterior pudiera transformarse tan rápidamente en miedo.

El momento de pasión anterior había pasado de largo y Penélope estaba confusa sobre el motivo que había terminado con el romanticismo.

Es lo que habría ocurrido si en su arrebato de pasión anterior no hubieran dejado que la colcha se escurriera al suelo.

Sus besos le transmitían un cariño tan intenso, que convertía la pasión anterior en un simple preludio para algo mucho más profundo.

Sus pasiones anteriores no lo habían preparado para esa necesidad intensa y embriagadora que le despertaba Ana.

Para mí, todo eso de su fe y pasión anteriores, eran un cuento que solo podía venir de él.

Las pasiones anteriores enmudecían.

Y fue un aprendizaje lento, metódico y solitario, exactamente como el que había emprendido con cada una de sus pasiones anteriores.