Bajito y barrigón, con una pelambrera rizada y aspecto de campesino rudo.

Su luminosa melena de rizos había quedado reducida a una greñosa pelambrera.

Aún no había cumplido los treinta, era moreno, con una espesa pelambrera.

Se había repeinado aquella débil pelambrera e incluso su bigotito refulgía aceitado.

Han jugado con mi buena fe y me han tomado la pelambrera.

Detrás de ella había un chiquillo alto con una espesa pelambrera rebelde.

Este mujerón de fuerte pelambrera lo mantenía perdido en un continuo éxtasis.

De repente, Toots se levanta las faldas y nos enseña la pelambrera.

Se desliza por entre su pelambrera y la embiste en el recto.

Pueyo asoma la cabeza irritado; su pelambrera morena y rizosa se agita.

Dice que mi pelambrera es más prominente que otras que ha conocido.

Un extraño gesto: una fuerte palmada en la pelambrera de su compañero.

McKenna se rascó la coronilla, alborotando todavía más su hirsuta pelambrera gris.

Ahora, Barrabás se relajó y Miriam acarició la enmarañada pelambrera de Abdías.

El camarada Iozéfov-Dujvinski, joven sonriente de pelambrera pajiza, nos entregó los pases.

Su torso era inmenso y estaba cubierto de una espesa pelambrera pelirroja.