Créame, señora Hennessy, el sector perlero está despegando, o eso dice mi marido.

Hasta ahora lo más cercano es el joven Fred en un lugre perlero.

Era un reluciente lugre perlero de color blanco con todas las velas desplegadas.

Es el capitán John Tyndall, probablemente el mejor maestro perlero.

Por supuesto, un caballero perlero como usted será bienvenido.

Tyndall, elegantemente ataviado con su uniforme de maestro perlero, se presentó ante el joven oficial.

Lily se dirigió a la parte posterior de la oficina de un viejo maestro perlero.

El joven aventurero y pendenciero se había convertido en un próspero maestro perlero con ambiciosos intereses empresariales.

Actualmente es el corazón del sector perlero.

Cualquier perla encontrada representaba un extra: un poco para la tripulación y mucho para el maestro perlero.

Un ciclón había hundido el lugre perlero de Broome en el que trabajaba y él fue el único superviviente.

Olivia ignoraba si su pasión por ser maestro perlero duraría, pero estaba agradecida a Tyndall por llevarlos con él.

Conrad, para sorpresa inicial de Olivia, había encargado varios conjuntos blancos y llevaba el uniforme de maestro perlero con aplomo.

Solo muy de vez en cuando un capitán jubiloso le presentaba al patrono perlero la caja de las perlas haciéndola repiquetear.

Pero el por qué navegaba estos solitarios mares en un lugre perlero con un bandido como el capitán Nichols era un misterio.

Y la propia Kitty había pasado a ser otro diente de la maquinaria desempeñando el papel de la solícita esposa de un patrono perlero.