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También ella quería comprar algunas de sus permutas de impago crediticio.
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De hecho, él estaba ya en el mercado de permutas de impago crediticio corporativo.
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Los vendedores de permutas de impago crediticio contra los compradores.
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Era cierto, no obstante, que su cartera de permutas de impago crediticio era poco corriente.
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Si las permutas de impago crediticio eran seguras, ¿por qué no estaban reguladas como tales?
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Las permutas de impago crediticio de Michael Burry de repente se habían puesto de moda.
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Pero le compré permutas de impago crediticio por valor de quinientos millones de dólares".
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Su trabajo era encontrar inversores que quisieran comprar permutas de impago crediticio lo más rápido posible.
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Falcone compraría miles de millones de dólares en permutas de impago crediticio prácticamente en el acto.
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Estaban contentos solo con que se les permitiera comprar permutas de impago crediticio a Greg Lippmann.
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Fue entonces, sin embargo, cuando Michael Burry empezó a hacer campaña para comprar permutas de impago crediticio estandarizadas.
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Durante semanas acosó al Bank of America hasta que aceptaron venderle 5 millones de dólares en permutas de impago crediticio.
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De modo que conservaron sus permutas de impago crediticio y esperaron a que aumentara el número de préstamos objeto de impago.
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En su punto máximo, el negocio de las permutas de impago crediticio aportaba solo 180 millones de dólares de ese total.
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Al cabo de unos meses, la posición de Lippmann en permutas de impago crediticio hubo de rebajarse en 30 millones de dólares.
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Sin embargo, solo alrededor de un centenar se interesaron en el nuevo mercado de permutas de impago crediticio sobre bonos hipotecarios basura.
