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Tras mover el pesado armatoste vieron el cadáver despeluzado de una rata.
2
Apareció un autobús, un tosco y pesado armatoste sobre cuatro ruedas.
3
Los dos robots reanudaron su avance, llevando el pesado armatoste.
4
Y cuando el pesado armatoste logró detenerse, la voz metálica y dura del desconocido, ordenó:
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El escritorio era un pesado armatoste de madera-espejo.
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En aquel momento Ayrton y los dos marineros se esforzaban en sacar el pesado armatoste del atolladero.
7
Por fin llegó el pesado armatoste, arrastrado por cuatro pencos y envuelto en una nube de polvo.
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Esa mesa era un pesado armatoste para doce cubiertos que nunca habían visto usar, porque nunca tuvieron invitados.
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Seguramente la habían escondido bajo la tina de piedra, porque aquel pesado armatoste se partió en mil pedazos.
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En medio de la sala percibíase, distintamente, un pesado armatoste, que alguien, detrás de mí, nombró: el tajo.
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Y como su fuerza nos rebasaba, mi hija y yo decidimos dejar por la paz el vuelo del pesado armatoste.
12
El pesado armatoste giraba.
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El pesado armatoste, decorado con coronas y espadas, alcanzo de lleno a Isolda y la empaló violentamente contra el suelo.
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Junto a la puerta de metal que culminaba el pasillo, había un enfermero, descorrió dos cerrojos y empujó el pesado armatoste.
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De modo que agarró su brazo artificial, el derecho, un pesado armatoste de goma dura, y se lo arrancó de un tirón.
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Hemos recorrido una y otra vez la pista con el pesado armatoste y tres veces con el camión, para ultimar la carga.
