Le ofrecí algo de beber y pidió un jugo de piña con hielo.

Después de aquello, disfruté de mi zumo de piña con hielo y, por fin, comencé a escuchar la música.

Tiempo suficiente para dar buena cuenta de dos cafés, un zumo de piña con hielo y un exquisito sándwich mixto.

Cuando llegó el camarero a la mesa, yo repetí con el zumo de piña con hielo y Roberto pidió una infusión de menta poleo.

Me senté a una de las mesas más apartadas con buen ángulo para controlar la puerta y pedí un zumo de piña con hielo.