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Babú rebuscó en los otros pantalones y encontró su piedrecita blanca.

Bruno, ella era como una piedrecita blanca en mi mano.

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Esbozó una sonrisa, cogió una piedrecita blanca y me la tiró a la rodilla.

Tenía una piedrecita blanca y brillante, parecía una perla grande.

Era una piedrecita blanca y traslúcida, de forma ovalada.

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Una piedrecita blanca en la ventana de la cocina será la señal de que puedo acercarme.

En el sobre hay una pequeña piedrecita blanca.

El gólem le entregó una piedrecita blanca.

No podía tenerlos de otra forma; una piedrecita blanca ardía en el fondo de cada uno de ellos-.

Las suelas de goma parecían bastante nuevas y, clavada en uno de sus surcos, encontró una piedrecita blanca.

Ciarán lo cogió y sus dedos largos y huesudos acariciaron la piedrecita blanca que aún colgaba de él.