Le pareció como si alguien hubiera estado pintando de amarillo al señor Schnellenhammer.

Estábamos ya un poco hartos del esponjado púrpura, así que la estamos pintando de amarillo.

Estaba pintando de amarillo las nubes cuando apareció Bessy.

Se acordó: Saavedra, aquel tipo serio con el cuello alto que había que pasarse largo rato pintando de amarillo y azul.

Al final acabamos pintando de amarillo los cables de la sección de viento: si querías dar con ellos solo tenías que seguir el cable.

Poco a poco las sombras se iban alargando y la luz cálida del atardecer suavizaba el paisaje, pintando de amarillo y miel las rocas blancas.

Hasta que, para el día de la Anunciación, cuando ya asomaba la primavera pintando de amarillo los tojos, llegó aquella viejuca sarmentosa a la botica.

1965-70: Claudio Barbier desarrolla el concepto de libre en Bélgica pintando de amarillo los clavos que no utiliza como medio de progresión.