Tú eres un pobre vaquero gringo y yo una pobre costurera mejicana.

Piense, por ejemplo, en cómo se aprovechaba de la pobre costurera.

Y no obstante, la pobre costurera no sabía aún de qué se la acusaba.

Fryer, la pobre costurera a la que Florence y yo habíamos visitado aquel otoño.

Entre los dos mataron a una pobre costurera, Inés María, y a su madre.

Era una pobre costurera y llevaba siempre guantes.

Y como eran tantas, a la pobre costurera la dejaron calva como una bola de billar.

Si esto te hace sentir incómoda, piensa que ayudarás a alguna pobre costurera que necesita el trabajo.

Conocíamos a una pobre costurera tísica, que adoptaba todas las precauciones imaginables para no contagiar a su hijito.

En cuanto a mí, soy una pobre costurera a la que cuesta mucho esfuerzo llegar a empalmar dos cabos.

No podían creer que él, Clemente Gregorio, marqués de Rebollar, se hubiera acostado nunca con una pobre costurera como aquélla.

Todavía llegó un pariente más, sin que nadie lo hubiera llamado: la pobre costurera que se había casado con el carpintero.

Una pobre costurera de fama un tanto dudosa...

La Gibosa es una pobre costurera muy laboriosa que se ha criado conmigo; es contrahecha, y por esto le dan ese nombre.

En el brazo llevaba un cestillo de paja, y la limpieza de su calzado era milagrosa, porque venía de lejos la pobre costurera.

Recordó a una pobre costurera que le había estropeado un caftán y no quería devolverle el dinero dejado a cuenta ni reconocer su error.