Sonrió de nuevo y se sacudió un polvo inexistente de su solapa.

Hannah se movió por la habitación hablando entre dientes, limpiando el polvo inexistente.

Bajé la vista y me aparté una mota de polvo inexistente de los vaqueros.

Lo hacen juntas, barren el polvo inexistente de la moqueta.

De vez en cuando se rascaba el sayo, quitando alguna mota de polvo inexistente.

Salió del deslizador y se cepilló una mota de polvo inexistente de la manga.

Un mal polvo es mejor que un polvo inexistente.

Sopló una vez por encima, como si con ese soplido quisiera eliminar un polvo inexistente.

Se sacudió de la ropa un polvo inexistente y caminó con un cómico trote hacia ellos.

Limpió el polvo inexistente del tejado.

Me sacudí una mota de polvo inexistente de la manga de mi chaqueta y le guiñé un ojo.

Henry Newman pasó lentamente su mano derecha por encima de mesa, como limpiando un rastro de polvo inexistente.

Poniéndose en pie, se limpió las manos de un polvo inexistente y se preparó para salir de la celda.

Antonio pasó la mano por la parte superior de su casaca, como si deseara quitar una mancha de polvo inexistente.

En el último momento recuperó el equilibrio y, quitándose una mota de polvo inexistente de sus pantalones grises de seda, dijo:

El servicio, a las órdenes de Ció, la sucesora de la añorada Bibiana, se pasó dos días limpiando el polvo inexistente.