1
Al poney negro lo dejó suelto para que se moviera como quisiera.
2
Todavía estaba allí el poney negro, comiendo de una pila de heno.
3
El poney negro olió a los germanos, levantó la cabeza y relinchó.
4
Bien, si alguna vez veis un pequeño poney negro, de Shetland, llamadlo:
5
La hierba seca crujía bajo los cascos del poney negro.
6
El poney negro seguía un trote uniforme, con las riendas sueltas sobre el cuello.
7
Mantuvo el poney negro cerca de Dietric, como abrigo.
8
Se dio la vuelta para seguirlo y golpeó con los talones las costillas del poney negro.
9
Tacs miró hacia el río para orientarse y apretó con las pantorrillas el vientre del poney negro.
10
Cargó con los sacos al castrado bayo, ensilló su poney negro y fue a despertar al monje.
11
Los tres caballos se acercaron despaciosamente a él, hasta tocar con los morros el del poney negro.
12
Tacs tiró de las riendas del poney negro y extendió una mano con la palma hacia arriba.
13
Pero el poney negro dio un giro.
14
El poney negro le seguía siempre.
15
Tacs sacudió la cabeza para que el monje supiera que lo desaprobaba y saltó sobre el poney negro.
16
Al cabo de unos días, el granjero, acompañado de su mujer, fue a ver al pequeño poney negro.
