Una producción endógena de especies reactivas de oxígeno en un organismo vivo podía tener efectos fisiológicos estimuladores cutáneos.

A pesar de que intentamos estimular la producción endógena, añadiendo compuestos sintéticos, nada funciona, salvo por un breve espacio de tiempo.

La disgregación de las moléculas de hemoglobina y la formación de la bilirrubina lleva también a la producción endógena de óxido de carbono.