Aparte disponemos de otros treinta de espelta, pero ese grano es puraponzoña que utilizamos como pienso para los animales que nos quedan.
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Para quienes no están acostumbrados a ellas, las grandes riquezas son puraponzoña que devora la carne y los huesos de su moralidad.
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Las pocas palabras que habían intercambiado en los días anteriores contenían una especie de dulzura empalagosa como la miel, pero ahora destilaban puraponzoña.