Luego la fantástica luz se disipó, y solo quedó la noche.

Se quedó la noche herida por el sonido angustiado y palpitante de aquellas voces.

Aidan se quedó la noche entera para que ella pudiera acurrucarse pegada a él.

Después de largo tiempo las antorchas se extinguieron o fueron apagadas; solo quedó la noche.

Al otro lado de la ventanilla todo se oscureció y, otra vez, solo quedó la noche fugaz.

Se quedó la noche del 20 de diciembre, un viernes, pero se marchó al día siguiente, el sábado.

Prácticamente, quedó la noche en claro.

A sus espaldas quedó la noche.

Solo quedó la noche abrazada al yermo, con su luna fúlgida y novel navegando en un cielo lechoso.

Luego, solo quedó la noche y el viento frío, y retazos de luna merodeando por las montañas rotas.

Cuando cabalgaba borracho de vuelta a su casa, se cayó y quedó la noche entera sobre la tierra.

No hace falta ser muy lince para presumir que el notario no se quedó la noche del domingo en casa.

Inmediatamente apagó los faros, y quedó la noche pura, con las sombras de los árboles, como realidades de otro mundo nocturno.

Había revisado la calle cuando se levantó y encontró el coche de Rogers tal y como se quedó la noche antes.

Prometí que el convento permanecería tal y como quedó la noche en que los malditos vikingos lo arrasaron...

Se quedó la noche en vigilia, bajo el cielo oscuro, a la captura de los datos que le sirvieron para burlar la luz del sol.