Sus pobladas cejas grises se plantaron de golpe en medio de su frente rúbea.

Mientras miraba, la estrella irradió una última pulsación rúbea antes que su resplandor se perdiera con el brillo del sol naciente de Pern.

Mientras miraba, la estrella irradió una pulsación rúbea final antes de que su resplandor se perdiera en el brillo del sol naciente de Pern.

¿No resultaba toda la hoja demasiado rúbea, escasamente azul y fría?

-LaRúbea -dijoÍgur, y se tragó la más pequeña, de un rojo vivo.

¿La Jacintina, la Milénica o la Rúbea?

Fíjate ahora en esta niña de amarañadas trenchas rúbeas como auricalco y labios color de lacre bajo la sombra del sobrecejo que forma un tejaroz

-Nadie-dijoel hombre, y si todavía se mantenía en pie era porque le sostenía la rúbea tranquilidad de las amapolas.