Pero entonces la perra comenzó a aullar y a rasguñar la puerta.

Era como si el cuerpo agonizante de mi tío fuera a empezar a rasguñar la puerta en cualquier momento.

Con hondísima turbación exclamó, rasguñando la puerta y dando golpes en ella:

El perro rasguñaba la puerta con su pata.

Pero ella sabía que tenía yo un sueño que nada más con que rasguñaran la puerta, despertaba ¿no?

Posiblemente le habrían dado un plato de leche para dejarlo ir luego, si hubiera maullado y rasguñado la puerta.

¿Gemir y rasguñar la puerta hasta que alguien la abra?

Viejos recuerdos le asaltaron mientras rasguñaba la puerta de Colette de una forma especial, luego la abrió sin hacer ruido, sigilosamente.

José oyó luego que Mateo rasguñaba la puerta de la cocina, rasguño en el que Laura reconoció a su amante de todos los días.