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Duare extrajo a su vez la pistola de los rayos r.
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Los rayos r comenzaron a zumbar y los primeros asaltantes se abatieron al suelo.
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Duare le propinó otra ráfaga de rayos r, cuando cayó
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Llevaba dos pistolas de rayos r y, frente a él, sobre la mesa, aparecía un látigo.
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Los rayos r fluyeron de la boca de mi pistola y los dos agresores de Kandar cayeron muertos.
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Escuché el zumbido de los rayos r rozándome la oreja; luego vi cómo se desplomaba Folar sobre el pavimento.
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Los hombres que nos rodeaban en aquellos momentos iban armados de rifles y pistolas de rayos r, además de espadas.
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Al cabo de un rato, cesó el clamor y el zumbido de la pistola de los rayos r. ¿Qué había ocurrido?
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A continuación me revolví sobre la masa de enemigos y esparcí los rayos r a derecha e izquierda, abriendo un boquete de muerte.
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Duare tuvo que interrumpir de nuevo su trabajo para hacer funcionar los rayos r contra los más audaces que se habían acercado al aparato.
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En aquel preciso momento escuché el zumbido de la pistola de los rayos r, que procedía de la plazoleta, seguido de gritos y lamentaciones.
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Al mismo tiempo, aparté su espada con la mano izquierda y le lancé al corazón una ráfaga de rayos r. Desplomóse en el acto.
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Mientras tanto, había sacado yo la pistola de los rayos r y al precipitarme sobré el tharban estuve a punto de estrellarme con el aparato.
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Habríamos aprendido ya a manejar nuestro barco; disponemos de la pistola de los rayos r y la dotación está formada solo por cinco hombres...
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Señalando a los rayos R, Lucecita dijo: -Empiezo a estar inquieto, amigos.
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Los rayos R siempre tenían la virtud de revolverle el estómago.
