No tenía una expresión amenazadora; solo parecía esperar tranquilamente, pero M. oyó el regruñir profundo del perro: debía de tratarse de un animal de gran tamaño.
3
La abuela Inés, desde el respaldo de su butaca, regruñe:
4
En las esquinas hay montones de basura, y alrededor de ellos perros flaquísimos que nos miran, regruñen y nos hacen desviarnos.
5
-Elposadero empezó a regruñir, pero Linar le respondió- :Sete pagará bien, pero no tardes.