Unos salvajes gigantescos y feroces - respondióel heraldo con la voz rota-

-Esun placer - respondióel heraldo de un modo que sonó monótono.

-Debéisde venir de muy lejos - respondióel heraldo de la puerta-.

-Dicenque también habéis pedido ayuda a Áinar - respondióel heraldo-.

-Somosun pueblo pacífico - respondióel heraldo, haciendo una reverencia preñada de contrición-.

-Tambiénfueron asesinados - respondióel heraldo, describiendo una solemne reverencia con el cuerpo-.

-Puedohacerme con la amatista - respondióel heraldo- antes de lo que crees.

-Vuestrohermano se halla entre los fallecidos - respondióel heraldo-.

-Losnobles, las altas dignidades eclesiásticas y los concejos de las ciudades - respondióel heraldo-.

-SuAlteza sabe que no eres dueña de tu tiempo, dama Thu - respondióel heraldo-.

-Quizámás tarde - respondióel heraldo con altivez-.

-Soloun puñado ha logrado sobrevivir - respondióel heraldo, a quien casi le fallaban las rodillas-.

-Estáen todas partes, hermano - respondióel Heraldo-.

-No- respondióel heraldo negro, meneando la cabeza-.

-Metemo que no - respondióel heraldo.

-Adelante- respondióel heraldo del Rey Fénix.