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En una reyerta de taberna, porras, cuchillos y espadas contaban más que las pistolas.

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En una población llena de encauzadores varones, una simple reyerta de taberna podía llegar a ser potencialmente peligrosa.

Su aspecto, pensó compasivo, era el de haber participado en una reyerta de taberna y haber salido malparada.

A Chrisropher Marlowe lo mataron de una puñalada en un reyerta de taberna antes de que cumpliera los treinta.

Anoche utilicé las monedas que me dio usted para provocar una reyerta de taberna en La Gaviota y la Escupidera.

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La mujer había dejado meridianamente claro su desagrado la última vez que él había llegado desastrado tras una reyerta de taberna.

No estaría bien usar una hoja de luna en una reyerta de taberna, especialmente contra unos contrincantes tan honorables como vosotros.

Había salido maltrecho mientras intentaba aplacar una reyerta de taberna que, como empezaba a ser costumbre, había acabado en una brutal pelea multitudinaria.

Un espectáculo que a Mani le parecía tan extravagante como si fueran jesuitas y monjas de la caridad enfrentados en una reyerta de taberna.

El bárbaro, a esas alturas un experto veterano en reyertas de taberna, lo vio venir.

Habían sobrevivido a un par de reyertas de taberna, cierto era, la última una verdadera escaramuza.

¡Esto es más una reyerta de taberna que una reunión de dirigentes!

Había recibido golpes mucho peores en reyertas de taberna con algunos humanos ebrios y llenos de odio.