La última respuesta, que casi rozaba la estupidez, acabó desalentándonos.

Lo rozaba la estupidez, lo arañaba la violencia.

Gurgeh solo logró detectar sorpresa, aturdimiento y una mueca de perplejidad que casi rozaba la estupidez.

Le parecía que lo que había pedido no era simplemente algo arriesgado, sino que rozaba la estupidez.

Ser descubierto y detenido por Massarde una vez fue un error de cálculo; dos veces ya rozaba la estupidez.

Un ejecutivo tan arrogante que rozaba la estupidez pero que tenía la talla adecuada sorprendió a Mick con su versatilidad.

Amaba a Joan y reconocía sus cualidades, pero en algunos aspectos, como aquel, se comportaba con una inocencia infantil que rozaba la estupidez.