Por debajo de los comandos y del ruido discontinuo del motor, Posseidone oyó una voz semiahogada.

El ruido discontinuo del pistón daba vida a la ciudad y la convertía en una suerte de amenaza.

Éste es ahora tan fuerte que cubre el ruido discontinuo de los altavoces gangosos de una lancha motora que se aleja.

Lucrecia se detuvo; durante unos segundos Biralbo solo escuchó el ruido discontinuo de su respiración, notando el brusco estremecimiento del pecho bajo su mano extendida.

Había que bajar con los ojos muy abiertos, con el ritmo del corazón algo acelerado, puntuado ferozmente por el ruido discontinuo de un trueno caprichoso.