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No es necesario saber bordar, o ser fotógrafo, sino unir ambas cosas y compartir.
2
Pero primero habría que saber bordar.
3
Se me daban muy bien los libros, pero las monjas insistían en que me sería más útil saber bordar el ajuar.
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No sé bordar, ni coser, ni cocinar... pero enseñar sí puedo hacerlo.
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Sabía bordar, escribir su nombre y preparar el agua de rosas.
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Además, sabía bordar tirantes, pues era fino y ágil de dedos.
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Con seis años ya sabía bordar pañuelos de forma primorosa.
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Se preguntó cómo era posible que su pupila no supiera bordar y una presidiaria sí.
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Pero las dos habían recibido una educación esmerada y sabían bordar y tocar el piano.
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Había intentado zurcir las prendas de los niños, pero había descubierto que solo sabía bordar.
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Sabía tejer, sabía bordar, era depositaria de antiguos secretos.
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Mahaut la admiraba en todo instante: "¡Dios, mi bella prima, qué bien sabéis bordar!
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También sé bordar, tejer, coser y ¿qué más?
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Luego me preguntó si sabía bordar, coser o cocinar, a lo que respondí tres veces no.
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Total, no sé qué decirte, que si supiera bordar te bordaría unos pañuelos o una mantelería.
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No hay nada que yo... Bueno, sé bordar.