Se trataba de un señordecabellos grises y aire decidido.
2
Un señordecabellos blancos, alto, se retorcía nerviosamente el bigote.
3
Aturdido, rígido, el señordecabellos negros dijo con incredulidad:
4
En aquel momento apareció Sam acompañado de un señordecabellos blancos y ojos vivos.
5
Oliveira volvía a ver al señordecabellos blancos, la papada, la cadena de oro.
6
El muchacho observó al distinguido señordecabellos rubios, que vestía una chaqueta gris de buena calidad.
7
Un señordecabellos plateados, envuelto en unos ropajes caros pero no lujosos, me aplaudió sin burla.
8
Y lo mismo ocurre con el padre del señor Schneider, ese señordecabellos oscuros sentado más allá.
9
Un señordecabellos rojizos, con una gran nariz de cartón, disfrazado de Mefistófeles, se les atravesó en el camino.
10
A su izquierda había un recién llegado, un general, un atildado señordecabellos grises, bajo pero muy erguido y de mirada penetrante.
11
A través de las pestañas semicerradas, Selma examina al anciano señordecabellos blancos, cuya mirada azul de porcelana y labios gruesos derrochan bonhomía.
12
-La señora Pick tiene un amigo ario, un señordecabellos grises, austriaco temperamental.
13
¿Quién era el señordecabellos blancos?
14
¡Un pobre señordecabellos blancos!
15
-Mibuen señordecabellos dorados -contestóeste, realizando una cómica reverencia-,me temo que eso no será posible.