1
Yo he dado palabra de asumir toda la culpa, señor inquisidor.
2
Vos, señor inquisidor general, podéis quedaros; vuestra imponente presencia quizás nos sea útil.
3
El señor inquisidor, por su parte, parecía perplejo y sin palabras.
4
No, señor inquisidor, no había nada en los cofres del Temple.
5
Salga vuestra caridad o pondré en conocimiento del señor inquisidor general vuestro indigno comportamiento.
6
Muchos templos se irguieron en nombre del señor inquisidor Barbillus.
7
El señor inquisidor declaró que los combatientes no ocultaban nada.
8
Una noche, señor inquisidor, dice Aldonza, los presos despiertan sobresaltados entre ruidos y voces.
9
Que pase Ligniéres al momento, Arpión... Sí; no importa que esté el señor inquisidor.
10
Afirmo que esto debe quedar para juicio del señor obispo Plotis y del señor inquisidor.
11
Intentadlo cuanto os apetezca, señor inquisidor, que nunca hallaréis la clave del secreto de Ocre.
12
Y cuando quedo completamente desnuda, señor inquisidor, lee Laura, el genio comienza también a desnudarse.
13
Escribí al señor inquisidor Yéregui; pero había muerto, y la pesadumbre me puso en cama.
14
Y yo me sentí, señor inquisidor, lee Laura, como si me hubieran desnudado en plena calle.
15
Secretario y un señor inquisidor -repusoMortero-
16
Pero conmigo es otra cosa, señor inquisidor.
