El cuarterón superior estaba cubierto con algunas tablas de madera sin labrar.

Estaba hecho de tablones cuadrados, sin labrar, con planchas aserradas como piso.

Subimos hasta la torreta a medio construir, oculta tras la piedra sin labrar.

La tierra sin labrar permanecía sumida en la modorra que anticipaba el otoño.

Fuera había un patio considerable lleno de enormes piedras sin labrar.

Cuatro escalones de piedra sin labrar conducían hasta la puerta de la casa.

Era un ataúd de tablas sin labrar, ensambladas de cualquier manera.

Rodeado de flores, se elevaba sobre un bloque de piedra parda sin labrar.

Prefieren dejar las tierras sin labrar antes que dar trabajo a los del pueblo.

Los canecillos sin labrar, a diferencia de otros muchos templos románicos de su época.

No la tierra sin labrar que los rodeaba, sino ella.

Los puestos de granjeros no están aún, los campos se ven pelados, sin labrar.

Más allá del bosque se extendía la fértil promesa de la llanura sin labrar.

Acopio un gran caudal de oro labrado y sin labrar.

La puerta del torreón, de madera sin labrar, estaba cerrada.

La cabaña tenía un pequeño porche de piedra sin labrar.