1
Por entonces, la lluvia torrencial había dado paso a un despiadado sirimiri.
2
Salí del coche en medio del sirimiri y decidí dejar el tabaco.
3
Los cristales se habían empañado con el sirimiri de final del invierno.
4
Andábamos pisando un barrizal y nos caía sin parar un pelmazo sirimiri.
5
El sirimiri que picoteaba mi rostro ardiente me procuró un gran alivio.
6
Llevaba ropas de camuflaje y, a pesar del sirimiri, gafas de sol.
7
Salieron a High Street; la lluvia se había convertido en un mero sirimiri.
8
La mañana era gris y un tímido sirimiri amenazaba convertirse en lluvia formal.
9
El aire estaba húmedo y el sirimiri comenzaría a caer en cualquier momento.
10
Todos se hallaban empapados, puesto que el sirimiri apenas había dejado de caer.
11
Ya no es un suave sirimiri, sino gruesas gotas que golpean con rabia.
12
El sirimiri caía como salpimentado sobre el inmóvil corrillo de esperantes.
13
Aquel paseo de sirimiri y amargura le estaba sabiendo a despedida.
14
Es un viento que arrastra la llovizna, el sirimiri, el chilche:
15
Efectivamente: a la mitad del espigón empezó el sirimiri, ¡qué delicia!
16
Un suave sirimiri los tuvo sudando dentro de sus chubasqueros abrochados.
