La plaza era un cuadrilátero soledoso y ancho, cruzado de irregulares veredas de piedra entre las cuales crecía libremente la yerba.

Bet Halahmi utilizaba con frecuencia en sus versos la palabra "soledad", y una o dos veces eligió la inusual palabra "soledoso".

Vamos siguiendo el curso de la ronda redonda lunar… por las calles soledosas.

Luego aprovecharon las penumbras de una calleja soledosa, para cambiar su aspecto por el de siete indios.

Estando en plena jalca, entre pajonales y soledosos cerros, vio surgir a lo lejos una siniestra sombra negra.

La calle no era estrecha, pero, como era tan tranquila y soledosa, el matrimonio veía y oía todo cuanto pasaba enfrente.

Del piso 54 de Woolworth pasa sin esfuerzo a la yerba santa y la verdolaga de los primeros soledosos caminos de su infancia.

Iba a informar que el postillón que llevaba el correo había sido asaltado en las soledosas punas de Huarca por un grupo de forajidos.