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Primero, esto es Uruguay: no hay que subestimar nunca a un caudillo político.
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Pacheco aprendió desde entonces a no subestimar nunca a una mujer.
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Pero he descubierto que conviene no subestimar nunca al enemigo.
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No hay que subestimar nunca el poder de las cartas.
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Además, no hay que subestimar nunca los efectos de la inanición en el cerebro.
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No se ha de subestimar nunca a un investigador entrenado.
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Me habéis enseñado a no subestimar nunca a un rival.
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Se dice asimismo que no debe subestimar nunca más aquella mente que siempre piensa en negro.
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Robert había aprendido a no subestimar nunca la rápida transmisión de las noticias triviales en los pueblecitos.
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No hay que subestimar nunca sus recursos bajo la adversidad o su sangre fría en medio del peligro.
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No conocía tanto a Aquiles, excepto en el sentido abstracto que le aconsejaba no subestimar nunca a un oponente.
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Vives asintió con una gran sonrisa y añadió que no se debía subestimar nunca la capacidad de una mujer para el estudio.
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La acción conjunta de los anteriores Giros hará que puedas aprender a vencer a estos fieros adversarios, que no debes subestimar nunca.
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Su padre le había enseñado a no subestimar nunca la astucia de un enemigo, de la misma manera que tampoco nunca debía sobreestimarla.
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Pero las montañas también pueden ser traidoras, ¡no las subestimen nunca!
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No les tengan conmiseración, no las subestimen nunca, ni las den por descontadas.
