Vestían monos azules y llevaban calzado con suela de esparto.

Se puso en los pies unas zapatillas azul marino con la suela de esparto.

Ledesma regresó con unas zapatillas de suela de esparto.

Las sandalias son de suela de esparto y correas de cuero repujado con hebillas de oro.

Calzaba alpargatas de suela de esparto, sin calcetines.

Llevaba un bolso pequeño con una cadenita verde y unos zapatos rojos de suela de esparto.

Yo llevaba calzado con suela de esparto.

No oí llegar sus zapatos de suela de esparto hasta que no se sentó a mi lado.

Despertó a media noche, con la boca seca como una suela de esparto, sacudido por tremendos escalofríos.

Un día se agujereó la suela de esparto de una sandalia con el borde afilado de una roca.

Eloísa llevaba puestas unas zapatillas de suela de esparto, la tela granate se recortaba sobre la piel desnuda.

Existen en muchas variedades y colores, e incluso en distintos tejidos, manteniendo siempre, claro está, la suela de esparto.

Lo abre y extrae de él un pantalón marrón de tela fina y una alpargata con suela de esparto.

Calzados con sandalias de suela de esparto con tiras entre los dedos, sus pies eran nudosos y estaban hinchados: sesenta años.

En el suelo había un par de alpargatas con suela de esparto, sucias y ya muy usadas, pero resistentes y fiables.

Cuando llegabas a conocerle, Samuel era un tío encantador, pero, desde lo ocurrido, en cuestiones amorosas parecía una suela de esparto.