Desde que eso sucedió he estado haciendo toda suerte de conjeturas.

Se hacían toda suerte de conjeturas sobre quién era y a qué se dedicaba.

Unas palabras que habían desencadenado toda suerte de conjeturas.

Circulaban toda suerte de conjeturas relativas a una posible rendición, pero todas ellas se mostraron infundadas.

Toda suerte de conjeturas macabras poblaban mi imaginación.

Cabía hacer toda suerte de conjeturas acerca de cuál de aquellas dos presuntuosas criaturas se impondría sobre la otra.

Accidente o crimen, el caso de "la niña milagrosa", como ya empiezan a decirle, teje toda suerte de conjeturas.

Todo esto no ha impedido que muchos y muy doctos caballeros hayan desplegado su erudición e ingenio en toda suerte de conjeturas.

Muy pronto correrían por las calles toda suerte de conjeturas, pero en ninguna de ellas se podría mencionar todavía el nombre del ahogado.