En el proceso desechamos parte de la energía hacia el sumiderofrío.
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La máquina A no tiene sumiderofrío, pero la máquina B sí.
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Se deduce así que una máquina sin sumiderofrío no puede realizar trabajo.
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Construyamos una máquina con fuente de calor y sumiderofrío y pongámosla en marcha para producir trabajo.
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Para Ver que una máquina con sumiderofrío puede producir trabajo, pensemos en una máquina térmica real.
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Sin embargo, si no convertimos toda la energía en trabajo, desecharemos parte de ella, en forma de calor, en el sumiderofrío.
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Nadie ha construido jamás una máquina térmica que funcione sin sumiderofrío, aunque bien pudiera no haberse notado la presencia del mismo.
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Tiene que existir un sumiderofrío, incluso aunque pudiera ser difícil de identificar, ya que no siempre es una parte proyectada del diseño.
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Este último componente, el sumiderofrío, no siempre se distingue fácilmente, ya que pudiera ser sin más el medio circundante y no algo específicamente diseñado.
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Ese trabajo se usa para hacer funcionar la transferencia de calor desde el sumiderofrío de la máquina B hasta la fuente compartida de calor.