Me estaré otra vez una hora detrás de la tabla de lavar.

Su abdomen, de por sí fibroso, parecía ahora una tabla de lavar.

Habían dejado de utilizar un lado de la tabla de lavar.

El paisaje en aquella dirección era montañoso, abrupto como una tabla de lavar.

Una gimnasta del Bloque Oriental con un vientre como una tabla de lavar.

Se le marcaban los pómulos y sus costillas parecían una tabla de lavar.

Los músculos de su torso y abdomen le recordaron una tabla de lavar.

Su complexión era perfecta, y tenía el estómago como una tabla de lavar.

Fran cogió la tabla de lavar la ropa y empezó a darle vueltas.

Una chica con una tabla de lavar me ayudó a ponerme en pie.

Yo observaba atentamente los mecánicos movimientos de sus brazos sobre la tabla de lavar.

Casi volqué el barreño y la tabla de lavar en cuyo borde me apoyaba.

Era como si lo restregaran contra una tabla de lavar.

Una tabla de lavar, una plancha, algunas viejas botellas verdes.

Tiene la frente tan arrugada como una tabla de lavar.

Las mujeres utilizaban un palo para remover la ropa y una tabla de lavar.