Le parecía que sus días eran tanáridos como la luna.
2
Es totalmente distinto a esos textos legales tanáridos.
3
Todo ese blanco brillante, esos espacios abiertos, tanáridos.
4
Sparhawk continuó avanzando por el desolado desierto, con unos pensamientos tanáridos como el terreno circundante.
5
Los huertos, consumidos por el sol, se hacían tanáridos como los montes por los que trotaban.
6
Los resultados de la fiesta de los Oscar de la noche anterior lo distrajeron de temas tanáridos.
7
Estos detalles son tanáridos y tan poco interesantes por sí solos que, al principio, vacilé en anotarlos en mi diario.
8
Hay días que son tanáridos y desérticos que yo daría años de mi vida a cambio de unos minutos de gracia.
9
Había días que eran tanáridos y desérticos que ella daría años de su vida a cambio de unos minutos de gracia.
10
Transportan el propio alimento -explican los pastores-, que en busca de mejores pastos recorren kilómetros tanáridos que sus animales morirían de hambre.
11
El jarabe seco y ardoroso hacía a los esposos, insistían, tanáridos como las arenas de Arabia, de donde procedía el grano maldito.
12
Pero los dos primeros eran tanáridos, estaban tan llenos de jerga económica y contable, que la recompensa empezó rápidamente a parecer un castigo.
13
No había dejado de leer, si bien los libros que leía ahora no eran tanáridos ni difíciles como los que leía un año antes.
14
-Paraenfrascarse en la lectura de aquellos viejos libros tanáridos que no puede conseguir aquí.
15
-Megustaron estos versos; poseen algo especial: ¡son tanáridos y tan íntimos al mismo tiempo!