1
La respuesta, tan ajena a la petición, le causó una sorpresa vacía.
2
Nos sorprendió su desenvoltura y agresividad, tan ajena a su imagen aniñada.
3
Pero aquella actitud le era tan ajena que retrocedió ante ella, temeroso.
4
Se encontraba tan ajena a todo que ni siquiera pensó en Petronio.
5
Esa intimidad le era tan ajena como la ternura en su matrimonio.
6
Cuando lo hizo, resultaba tan ajena a su experiencia que quedó desconcertada.
7
En su inconsciente, temía a aquella muchacha, tan ajena a su clase.
8
La ciudad nunca me ha parecido tan ajena, tan horrible y deformada.
9
Una entidad tan ajena a lo humano no tenía necesidad de vínculos humanos.
10
La posibilidad del contacto físico era para él tan ajena como el fútbol.
11
Y con frecuencia tan ajena al mundo exterior como cualquier Marrón.
12
Era una idea tan ajena a los seres humanos que nunca sería aceptada.
13
Jamás hubiera supuesto que esa raza es tan ajena a nosotros.
14
Serán acciones que nos hablarán de su propia divinidad, tan ajena a nosotros.
15
La casa le resultaba tan ajena como el resto del pueblo.
16
Era de dominio público que me ponía los cuernos y yo tan ajena.
