Sexo, amistad, inocencia y maldad en una combinación tan armónica como desasosegante.

Aquella figura alta, esbelta y tan armónica, emitía una voz ronca.

De una manera tan armónica que no podría designar ni un solo hito.

Pocas veces en su vida había visto una belleza tan armónica.

La sonrisa era tan plena, tan armónica, que lo llenaba todo.

Fue una risa tan armónica como una descarga de escombros.

No existía deporte en el mundo que integrara de forma tan armónica músculo e intelecto.

Otra vez volvió a oír aquella música tan armónica.

Sería una pena verla caer y arruinar la figura tan armónica que componía sobre el magnífico ejemplar.

Grave desequilibrio para una catedral tan armónica.

Me emocionó tanto cómo ella entregó su arte al público, tan armónica, embaucadora e inteligente, que decidí imitarla.

Al verlos acercarse por el jardín marcando el paso en una composición tan armónica sintió un brote de envidia.

Una respuesta tan armónica.

Probablemente nunca los rasgos de un rostro se habían perfilado con tanta intensidad y a la vez con tan armónica belleza.

Esta es la clave de tan armónica cohabitación: aunque tienen objetivos distintos, Mat y Ashley comparten un gran aprecio por los detalles.

Gracias a una tan armónica división del trabajo, el matrimonio guardaba grandes economías, y al morir la mujer dejó al marido una fortunita.