Era un realista: es decir, tan cabezón como cuando solo se ven fantasías.

Pero era tan cabezón que nunca daría su brazo a torcer.

Soy tan cabezón que no me da la gana de preguntarle a Ted Kelly.

Pero es tan cabezón que es incapaz de reconocerlo.

No podía creerse que su amigo fuera tan cabezón.

Pero si me quieres, discúlpame por ser tan cabezón.

Si Monk no hubiera sido tan cabezón, se hubiera podido encontrar esta noche entre los fugados.

Pero es que Nacho es tan cabezón que a veces no sé cómo hacerlo entrar en razón.

Es tan cabezón que es imposible fallar.

Zeus era casi tan cabezón como ella.

Vamos a sentar a tu amor, ese ente tan cabezón, entre nosotros y vamos a liberarlo juntos.

Y evitar que volviera a Altenhain, pero Tobi era tan cabezón...

Pero eres tan cabezón como tu padre".

Tienes toda la razón, pero, hija, es tan cabezón...

Si no hubieras sido tan cabezón, habrías desarrollado anticuerpos, como han hecho tantos escritores, y habrías vendido el doble de libros.

Manuel norrecordabaqué Robles del Altozano era un digno Robles del Altozano, tan cabezón, escurridizo, displicente y analítico como todos los Robles del Altozano.